1.27.2009

♥Casablanca ♥


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Ficha técnica:

Dirección: Michael Curtiz
Dirección artística: Carl Jules Weyl
Producción: Hal B. Wallis
Guión: Julius J. Epstein, Philip G. Epstein, Howard Koch, Casey Robinson (sin créditos)
Música: Max Steiner
Sonido: Francis J. Scheid
Editor: Owen Marks
Fotografía: Arthur Edeson
Vestuario: Orry-Kelly
Efectos especiales: Lawrence Butler
Reparto: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Paul Henreid, Claude Rains, Conrad Veidt, Sydney Greenstreet, Peter Lorre, S.K. Sakall, Madeleine LeBeau, Dooley Wilson, Joy Page, John Qualen, Leonid Kinskey, Curt Bois
País: Estados Unidos
Año: 1942
Género: Drama, Romance, Guerra
Duración: 102 minutos
Idioma(s): Inglés, francés, alemán
Compañías:
Productora: Warner Bros.
Distribución: Warner Bros. (1942), AAP (1956–1958), United Artists (1958–1981), MGM (1981-1998) (re-edición de 1992, edición DVD de 1998), Turner (1986–presente), Warner Home Video (actual distribuidor a hogares via Turner, 1998–presente)
Presupuesto: $1,039,000


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Casablanca (1942) es una película estadounidende dirigida por Michael Curtiz. Narra una historia romántica en la ciudad marroquí de Casablanca bajo el control del gobierno de Vichy. La película, basada en la obra teatral Todos vienen al Café de Rick (Everybody Comes to Rick's) de Murray Burnett y Joan Alison, está protagonizada por Humphrey Bogart en el papel de Rick Blaine e Ingrid Bergman como Ilsa Lund. El desarrollo de la película se centra en el conflicto de Rick entre —usando las palabras de uno de los personajes— el amor y la virtud: Rick deberá escoger entre su amada Ilsa o hacer lo correcto. Su dilema es ayudarla o no a escapar de Casablanca junto a su esposo, uno de los líderes de la resistencia, para que éste pueda continuar su lucha contra los nazis.
Es una de las películas mejor valoradas de la cinematografía norteamericana, ganadora de varios premios Óscar, incluyendo el de mejor película en 1943. En su tiempo el filme tenía todo para destacar ampliamente, con actores renombrados y guionistas notables, sin embargo ninguno de los involucrados en su producción esperaba que éste pudiese ser algo fuera de lo normal. Se trataba simplemente de una de las docenas de producciones anuales de la maquinaria hollywoodense. Casablanca tuvo un inicio sólido pero no espectacular y, sin embargo, fue ganando popularidad a medida que pasó el tiempo y se fue colocando siempre entre los primeros lugares de las listas de mejores películas. La crítica ha alabado las actuaciones carismáticas de Bogart y Bergman y la química entre ellos, así como la profundidad de las caracterizaciones, la intensidad de la dirección, el ingenio del guión y el impacto emocional de la obra en su conjunto.



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Producción

Casablanca se basa en Todos vienen al Café de Rick (Everybody Comes to Rick's) de Murray Burnett y Joan Alison, una obra teatral que nunca fue puesta en escena. Cuando el especialista en análisis literario de la Warner Brothers, Stephen Karnot, leyó la obra, la calificó como una «tontería sofisticada», no obstante le dio el visto bueno. Enseguida la editora encargada de los guiones, Irene Diamond, convenció al productor Hal Wallis para que comprara los derechos por $20,000, el precio más alto jamás pagado por una obra teatral que no hubiese sido puesta en escena. El proyecto de cine rebautizó la obra como Casablanca, quizás intentando imitar el éxito de la película de 1938 Argel. Así pues, el rodaje comenzó el 25 de mayo de 1942 y finalizó el 3 de agosto del mismo año alcanzando un costo de producción de $1,039,000 ($75,000 por encima del presupuesto). El costo no fue excepcionalmente alto, pero sí superior al promedio de su tiempo.
La película se rodó completamente en estudios, excepto una secuencia en la que se muestra la llegada del mayor Strasser, que se realizó en el Aeropuerto Van Nuys. La escenografía de la calle que fue usada para las escenas del exterior había sido recientemente construida para otro filme, The Desert Song, y tuvo que ser redecorada para los flashbacks de París. Dicho escenario permaneció en los almacenes de la Warner hasta la década de los 60. Por su parte, el set para el Café de Rick fue construido en tres partes inconexas, por lo que no se podría determinar en trazado lo que sería su planta. De hecho, en una escena se hace pasar a la cámara a través de una pared desde el área del café hacia el interior de la oficina de Rick. El fondo de la escena final, el cual muestra un avión pequeño modelo L-12 Electra Junior de la compañía Lockheed con personal caminando alrededor, fue armado usando extras de baja estatura y un avión de cartón dibujado a escala. Se usó humo, simulando neblina, para cubrir la apariencia poco convincente del modelo. El crítico de cine Roger Ebert calificó a Wallis como la "clave del equipo creativo" por la atención que puso a los detalles de producción (hasta el punto de haber insistido en tener un loro de verdad en el Bar del Loro Azul, Blue Parrot Bar, en inglés).
Por otra parte, la estatura de la actriz Ingrid Bergman causó algunos problemas. Bergman sobrepasaba por casi cinco centímetros a Bogart, por lo que el director Curtiz tuvo que elevar al actor sobre ladrillos o sentarlo sobre cojines en las escenas en las que aparecían juntos.
Los contratiempos alcanzaron al productor Hal B. Wallis cuando decidió, tras haber terminado el rodaje, que la línea final de la película sería: «Louis, pienso que éste es el comienzo de una bella amistad» ("Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship," en inglés). Bogart tuvo que ser llamado un mes después de finalizada la filmación para doblar la frase.
Más tarde se pensó en introducir una escena que mostrara a Rick y Renault junto a un destacamento de soldados franceses libres, en un barco, alistándose para incorporarse a la invasión de 1942 a África del Norte por parte de las tropas Aliadas. Sin embargo, resultó muy difícil conseguir al actor Claude Rains para la filmación, y la idea fue definitivamente abandonada cuando otro productor, David O. Selznick, señaló que «sería un error tremendo cambiar el final».


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Guión

La obra de teatro original se inspiró en el viaje a Europa que hizo Murray Burnett en 1938, viaje durante el cual pudo visitar Viena justo antes del Anschluss. Murray visitó también la costa sur de Francia en la cual co-existían, no sin dificultad, asentamientos de nazis y refugiados. Los locales nocturnos de la zona inspiraron, pues, tanto el Café de Rick (especialmente uno llamado «Le Kat Ferrat») como el caracter del personaje Sam, el pianista (basado en un pianista negro que Burnett vió en Juan-les-Pins). En la obra teatral, el personaje de Ilsa era una estadounidense llamada Lois Meredith y no encontraba a Laszlo sino hasta después de que su relación parisina con Rick había terminado. Además, en la obra de teatro el personaje de Rick era un abogado.
Los primeros escritores principales en trabajar en el guión fueron los gemelos Epstein, Julius y Philip, quienes eliminaron el trasfondo del personaje Rick y aumentaron los elementos de comedia. Después intervino el otro escritor reconocido en los créditos, Howard Koch, pero trabajando en paralelo con ellos y haciendo énfasis en otros aspectos. Koch resaltó los elementos políticos y melodramáticos. Según parece, fue el director Curtiz quien favoreció las partes románticas, al insistir en que permanecieran los flashbacks hacia París. Aún a pesar del gran número de escritores involucrados, el filme tiene eso que Ebert describió como un guión de «maravillosa unidad y consistencia». Más tarde Koch afirmaría que fue la tensión que hubo entre su propia visión y la de Curtiz la que motivó que «sorpresivamente, estos acercamientos desparejos de alguna manera se ligaron, y quizá eso fue debido en parte a este tire y afloje entre Curtiz y yo, que le dio a la película un cierto balance». Julius Epstein anotaría posteriormente que el guión contenía «más maíz que en los Estados de Kansas y Iowa juntos. Pero cuando el maíz sirve, no hay nada mejor». La palabra inglesa original, corn ("maíz") también se refiere, en el slang, a un tipo de humor tonto, gastado, banal y sentimental.
El filme se topó con algunos problemas cuando Joseph Breen, miembro del cuerpo de auto-censura de la industria hollywoodense (el Production Code Administration), expresó su oposición a que el personaje del Capitán Renault solicitara favores sexuales a cambio de visados y a que los personajes de Rick e Ilsa hubieran dormido juntos en París. Ambos puntos, de todos modos, permanecieron en forma implícita en la versión final.


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Dirección

La primera opción del productor, Hal Wallis, para dirigir la película fue William Wyler, pero como no estaba disponible Wallis decidió escoger, tras barajar varios nombres, a su amigo, el director Michael Curtiz. Curtiz era un judío emigrante de origen húngaro, que había llegado a los Estados Unidos en la década de los 20 y que contaba entre sus familiares a refugiados provenientes de la Europa Nazi. A decir de Roger Ebert, en Casablanca «muy pocas escenas son memorables en cuanto tales...», Curtiz se estuvo preocupando de usar las imágenes para contar una historia más que de usarlas por sí mismas.
De cualquier manera, el director tuvo poca influencia en el desarrollo de la trama: de acuerdo con Casey Robinson, Curtiz «no sabía nada de nada acerca de la historia... él veía imágenes y tú proporcionabas la historia». El crítico Andrew Sarris calificó la película como «la más decisiva excepción a la teoría del autor», a quien Aljean Harmetz replicó que «casi todas las películas de la Warner Bros. fueron una excepción a la teoría del autor». Sin embargo, otros críticos le dan mayor crédito a Curtiz; Sidney Rosenzweig, en su estudio sobre el trabajo del director, aprecia en el filme un ejemplo típico del modo en que Curtiz resalta los dilemas morales.
Los montajes de la segunda unidad, tales como la secuencia de apertura del tren de refugiados y la que muestra la invasión de Francia, fueron dirigidos por Don Siegel.


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Dirección de fotografía

El director de fotografía fue Arthur Edeson, un experimentado artista que había trabajado previamente en El halcón maltés y en una versión de Frankenstein del año 1931.
Ingrid Bergman, en su perfil izquierdo.
Una mención especial merece la fotografía de Ingrid Bergman, en la que se puso especial cuidado. Ingrid fue fotografiada casi siempre en su perfil izquierdo, perfil preferido por la propia actriz, y en muchas ocasiones se aplicaba un filtro suavizador de tipo gaussiano y con catch lights para hacer que sus ojos destellaran. Estos efectos fueron diseñados para proporcionar a su rostro una apariencia «inefablemente triste, tierna y nostálgica».
Se aprecian además barras de sombras cruzándose con los personajes y con el fondo. Dichas sombras, según cada caso, poseen distintos significados: algunos muestran símbolos de encarcelamiento, el crucifijo, el símbolo de la Francia Libre y hasta confusión emocional. Además, la oscuridad del cine negro y la luz expresionista es usada en numerosas escenas, principalmente hacia el final de la película. Según Rosenzweig, estas luces y sombras son elementos clásicos del estilo de Curtiz, junto a la fluidez del trabajo de cámara y el uso del entorno como herramienta de encuadre.


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Música

La música fue escrita por Max Steiner, compositor que había saltado a la fama por haber sido el artífice de la música de la película Lo que el viento se llevó. La canción As Time Goes By de Herman Hupfeld había sido escogida para formar parte de la obra de teatro original, y Steiner tenía previsto reemplazarla por una obra propia. Sin embargo, cuando el compositor quiso crear su propia obra para remplazarla, se encontró con que Ingrid Bergman ya se había cortado el cabello para protagonizar su siguiente papel cinematográfico (María, en Por quién doblan las campanas), por lo que no se podían volver a rodar las escenas en las que aparecía la canción. Por otra parte, cuando se estrenó la película la canción gozó de un resurgimiento que la posicionó 21 semanas en los primeros puestos de las listas de éxitos. Así que Steiner basó por completo la música de la película en dicha canción y en La Marsellesa, el himno nacional francés, transformándolos para que reflejaran diversas situaciones. De nota excepcional es el «duelo de canciones» en que La Marsellesa compite —interpretada a todo pulmón por una orquesta completa— contra un pequeño grupo de alemanes que cantan «Die Wacht am Rhein» (El guardia sobre el río Rín) en el piano. Originalmente se había pensado para esta secuencia maestra en la canción «Horst Wessel Lied» (Canción de Horst Wessel), que era de facto el segundo himno nacional de la Alemania Nazi, pero éste se encontraba todavía bajo derechos reservados al menos en los países no aliados.
Otras canciones incluidas en la película son It Had to Be You, de 1924, con letra de Gus Kahn y música de Isham Jones; Knock on Wood, con música de M.K. Jerome y letra de Jack Scholl, y Shine de 1910 de Cecil Mack y Lew Brown, con música de Ford Dabney.


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Reparto

Un punto notable del reparto de Casablanca es la amplia variedad de nacionalidades de los actores. De hecho, sólo tres de los actores con créditos fueron actores estadounidenses.
Tres actores encabezan la cinta: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman y Paul Henreid.
* Humphrey Bogart como Rick Blaine. El neoyorquino Bogart se consagró en el estrellato gracias a Casablanca. Al inicio de su carrera, Bogart se había encasillado en papeles de gángster, interpretando personajes en los que recibía nombres como: Bugs, Rocks, Turkey, Whip, Chips, Gloves y Duke (en dos ocasiones). En la película High Sierra de 1941 se le permitió interpretar un papel con cierto carisma, pero ciertamente Rick fue su primera interpretación en un rol verdaderamente romántico.
* Ingrid Bergman como Ilsa Lund. El sitio web oficial de Bergman menciona a Ilsa como su «papel más famoso y perdurable». El debut hollywoodense de la actriz sueca en Intermezzo en 1939, había sido bien recibido, pero sus películas posteriores no fueron nada extraordinario hasta Casablanca. Ebert la califica como «luminosa», y comenta la química entre ella y Bogart: «ella pinta la cara de él con sus ojos.» Otras actrices consideradas para interpretar a Ilsa habían sido Ann Sheridan, Hedy Lamarr y Michèle Morgan; Wallis adquirió los servicios de Bergman mediante un contrato con David O. Selznick, a cambio de prestarle a Olivia de Havilland.
* Paul Henreid como Victor Laszlo. Henreid, actor austríaco que había abandonado su país natal en 1935, rechazó en un principio el papel (ya que pensaba que éste «lo encasillaría para siempre», según declaraciones de Pauline Kael), y sólo lo aceptó cuando recibió la promesa de encabezar el reparto junto a Bogart y Bergman. Henreid no se llevó muy bien con sus compañeros actores y, de hecho, consideraba a Bogart solo «un actor mediocre», mientras que Bergman calificó a Henreid como una «prima donna».
Los actores secundarios fueron: Claude Rains, Sydney Greenstreet, Peter Lorre y Conrad Veidt.
* Claude Rains como el capitán Louis Renault. Rains, actor londinense, curiosamente había servido en la Primera Guerra Mundial, en donde efectivamente había alcanzado el grado de capitán. Además como actor había trabajado previamente con Michael Curtiz en Robin de los bosques. Curtiz fue su maestro y se dice que le enseñó «qué no hacer frente a una cámara».
* Sydney Greenstreet como el Señor Ferrari, propietario de un club de la competencia. También él era un actor inglés y había protagonizado previamente El halcón maltés junto a Lorre y Bogart, esa película fue el debut cinematográfico de Humphrey.
* Peter Lorre como el Señor Ugarte. Lorre fue un actor judío austrohúngaro que había trabajado en Alemania, de la cual emigró tras la llegada de los nazis al poder en 1933. También él había trabajado en El halcón maltés.
* Conrad Veidt como el Mayor Strasser de la Luftwaffe. Veidt, actor alemán, había aparecido en El gabinete del Doctor Caligari, en 1920, antes de huir de los nazis (una semana después de haberse casado con una mujer judía) y terminar su carrera interpretando nazis en los filmes estadounidenses.
Otros actores con créditos en la película fueron: Dooley Wilson, Joy Page, Madeleine LeBeau, S. Z. Sakall, Curt Bois y John Qualen.
* Dooley Wilson como Sam. Wilson, actor estadounidense, era en realidad baterista y no podía tocar el piano. Hal Wallis previamente consideró la posibilidad de cambiar la figura masculina del pianista por una femenina (papel que podría haber sido interpretado por Hazel Scott o Ella Fitzgerald), e incluso aún después de haber terminado el rodaje, Wallis siguió considerando doblar la voz de Wilson en las canciones que éste interpretaba.
* Joy Page como Annina Brandel, en la película una joven refugiada búlgara. Page, actriz estadounidense, era la hijastra del presidente del estudio, Jack Warner, y al inicio opinaba que el guión de Casablanca estaba «pasado de moda» y era «estereotipado». Contaba con apenas diecisiete años y estaba recién egresada de la preparatoria.
* Madeleine LeBeau como Yvonne, quien en la película aparece como novia de Rick durante un muy breve espacio de tiempo. LeBeau, actriz francesa que contaba con 21 años, fue la segunda esposa del actor Marcel Dalio, de quien se divorció mientras participaba en la filmación de la película.
* S. Z. (o S. K.) Sakall como Carl, el mesero. Actor húngaro judío que había sido forzado a abandonar Alemania en 1933 y participaba regularmente en películas en su tierra natal hasta que tuvo que huir de la influencia nazi en 1939. Fue amigo de Curtiz desde sus días en Budapest. Sus tres hermanas murieron en campos de concentración nazis.
* Curt Bois como el carterista. Bois, actor alemán judío, también era un refugiado. Había comenzado su carrera siendo apenas un niño, en 1907 (y continuaría actuando casi durante ochenta años).
* John Qualen como Berger, personaje que aparece como contacto de Rick con la Resistencia. Qualen fue un actor canadiense que apareció en muchas películas de John Ford.
* Leonid Kinskey como Sascha, a quien en la película Rick asigna como guardaspaldas en la casa de Yvonne. Kinskey, actor ruso, había huido en la infancia de la Revolución rusa. Se dice que es muy probable que haya sido seleccionado para este papel en Casablanca debido a que era compañero de copas de Humphrey Bogart.
Otros actores dignos de mención cuyos créditos no aparecen en la película son: Marcel Dalio, Helmut Dantine, Norma Varden, Jean Del Val, Torben Meyer, Dan Seymour y Gregory Gaye.
* Marcel Dalio como Emil, el crupier. Actor judío francés que había participado en los filmes La gran ilusión y La regla del juego del director Jean Renoir. Después de haber huido ante la caída de Francia, obtuvo sólo papeles secundarios en Hollywood y por su papel en Casablanca recibió solamente 667 dólares. En la película participa en una de las más memorables escenas que explicitan el ejercicio de la doble moral: cuando el capitán Renault clausura el «Café de Rick» diciendo «estoy pasmado, ¡pasmado de encontrar que hay juegos de apuestas en este lugar!», Emil se acerca a él y le entrega el soborno acostumbrado diciendo: «Sus ganancias, Señor». Por otra parte, el 22 de junio de 1942 Dalio se divorció de Madeleine LeBeau, su segunda esposa, quien estaba también actuando en el mismo filme. Posteriormente, Dalio participó en otra de las películas que protagonizaría Bogart, Tener y no tener.
* Helmut Dantine como Jan Brandel, un jugador de ruleta búlgaro. Se trataba de otro actor austriaco que había sido internado temporalmente en un campo de concentración después de la «Anschluss».
* Norma Varden como la dama inglesa a cuyo marido han robado la cartera. Fue una actriz de reparto inglesa famosa que recibió pequeños papeles, casi siempre sin créditos, en más de 100 películas.
* Jean Del Val como el policía francés que abre Casablanca reportando por radio la noticia del asesinato de dos mensajeros alemanes que llevaban dos cartas de tránsito. Es ese personaje el que transmite la orden de capturar «a todos los personajes sospechosos», presagiando lo que será la línea memorable y tantas veces citada de «capturar a los sospechosos de siempre», que mencionará el Capitán.
* Torben Meyer como el banquero alemán que se sienta en la mesa de bacarrá en el «Café de Rick». Él le susurrará a Carl, el mesero, la línea de: «Quizá si le dices que yo manejé el segundo banco más grande de Ámsterdam». Meyer fue un actor danés que actuó durante 50 años en más de 180 películas.
* Dan Seymour como Abdul, el portero. Fue un actor estadounidense obeso (pesaba 120 kilogramos) que recibió siempre papeles de persona gorda, llegando a actuar en más de 60 películas para la Warner Bros. durante 35 años.
* Gregory Gaye como el banquero alemán que se niega a entrar al casino de Rick. Se trata de un actor ruso que se exilió en los Estados Unidos en 1917 tras la Revolución y que apareció en pequeños papeles en más de un centenar de películas. Junto a Kinskey fueron los únicos dos actores rusos en el filme.
Gran parte del impacto emocional de la película se atribuye a la numerosa proporción de exiliados europeos y refugiados que participaron como extras y en roles menores. Un testigo de la filmación de la secuencia del «duelo de canciones» afirmó haber visto a muchos de los actores llorando y haberse dado cuenta de «que todos eran en realidad verdaderos refugiados». Harmetz afirma que estos «le brindaron en una docena de papeles pequeños a Casablanca la comprensión y la desesperación que jamás hubieran podido proveerle los actores centrales del reparto». Los ciudadanos alemanes que había entre ellos, por ejemplo, debieron guardar el toque de queda al ser considerados como extranjeros enemigos. Irónicamente, además, casi siempre fueron requeridos para la interpretación de soldados nazis, de los cuales ellos mismos habían huido.
Algunos de los actores exiliados que formaron parte del reparto fueron: Wolfgang Zilzer, Hans Twardowski, Ludwig Stössel, Ilka Grünig, Lotte Palfi, Trude Berliner, Louis V. Arco y Richard Ryen.
* Wolfgang Zilzer, el actor que aparece en la escena de apertura, había sido un actor de cine mudo en Alemania que terminó casándose con otra de las actrices del reparto, Lotte Palfi.
* Hans Twardowski como el oficial nazi que discute con un oficial francés acerca de Yvonne. Twardowski fue un actor nacido en Stettin, una ciudad en aquel entonces de Alemania (hoy llamada Szczecin, en Polonia), que tuvo que huir de Alemania por su homosexualidad.
* Ludwig Stössel como el Señor Leuchtag, el refugiado alemán del que se dice en el filme que su inglés «no es muy bueno». Stössel, actor austríaco, era judío y, por eso, tras el Anschluss fue encarcelado. Al recuperar su libertad dejó su país y se trasladó a Inglaterra y luego a los Estados Unidos. Allí alcanzó la fama tras una larga serie de comerciales para los vitivinicultores de una Colonia italo-suiza, en los que aparecía con un gorro alpino y vestido con lederhosen. En dichos comerciales su frase era, «¡yo, el pequeño vitivinicultor!».
* Ilka Grünig como la Señora Leuchtag. Grünig había nacido en Viena (Austria) y fue una actriz de cine mudo en Alemania y se exilió en Estados Unidos tras el Anschluss.
* Lotte Palfi como la refugiada que trata de vender sus diamantes. Palfi, actriz judeo alemana, había interpretado papeles en un prestigioso teatro de Darmstadt, Alemania. Se vió obligada a emigrar de su país a la llegada de los nazis al poder en 1933. En Estados Unidos se casó con otro de los actores de Casablanca, Wolfgang Zilzer.
* Trude Berliner como uno de los jugadores de bacarrá en el «Café de Rick». Berliner, actriz judeo alemana, había sido una famosa actriz en cabarets y películas. Por su religión se vio también forzada a abandonar su país en 1933.
* Louis V. Arco como uno de los refugiados que aparece en el Café de Rick. Arco era austrohúngaro pero había participado en algunas películas en Alemania. En 1933 prefirió trasladarse a su casa, donde permaneció hasta 1938, año en el que huyó finalmente a los Estados Unidos tras el Anschluss y cambió su nombre.
* Richard Ryen como el Coronel Heinze, el asistente de Strasser. Richard Anton Robert Felix fue un actor judeo húngaro que había actuado en películas y dirigido obras de teatro en Alemania. Al huir a Estados Unidos cambió su nombre. En Hollywood interpretó casi siempre papeles de oficial nazi. En Casablanca ganó $1,600 ($400 a la semana por cuatro semanas de filmación).


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Sinopsis

Durante la Segunda Guerra Mundial Rick Blaine (Humphrey Bogart), un estadounidense cínico y amargado, expatriado por causas desconocidas, administra el local nocturno más popular de Casablanca (Marruecos), el «Café de Rick». Éste es un lugar exclusivo y un antro de juego que atrae una clientela variada: gente de la Francia de Vichy, oficiales de la Alemania nazi, asilados políticos y ladrones. A pesar de que Rick asegura ser neutral en todos los campos, se revelará más tarde su participación en el tráfico ilegal de armas hacia Etiopía —que tendría como objetivo combatir la invasión italiana de 1935— y en la Guerra Civil Española, del lado republicano.
Una noche, un criminal menor llamado Ugarte (Peter Lorre), llega al club de Rick portando unas tales «cartas de tránsito» (literalmente, «letters of transit»), documentos valiosos que ha conseguido tras asesinar a dos mensajeros alemanes. Se trata de una especie de salvoconductos que permiten a su poseedor el libre tránsito a través de la Europa controlada por los nazis y llegar, incluso, a la neutral Lisboa (Portugal), de la cual se podría partir hacia los Estados Unidos. Por eso los documentos tienen un valor incalculable para cualquiera de los refugiados que esperan en Casablanca su oportunidad de escapar. Ugarte planea vender los salvoconductos esa misma noche pero, antes de que la compra-venta tenga lugar, Ugarte es arrestado por la policía local al mando del Capitán Louis Renault (Claude Rains), un corrupto oficial de la Francia de Vichy que sólo quiere complacer de todas las formas posibles a los nazis. De manera subrepticia, Ugarte deja las cartas al cuidado de Rick porque «de algún modo, debido a que tú me desprecias, eres el único en quien yo confío».
Escena del trailer que muestra a Paul Henreid y Humphrey Bogart conversando sobre el personaje de Ingrid Bergman, Ilsa.
Entretanto la razón de la amargura de Rick llega de nuevo a su vida. Se trata de su ex-amante, Ilsa Lund (Ingrid Bergman) quien le había abandonado en París sin dar explicaciones y quien, junto a su esposo Victor Laszlo (Paul Henreid), entra al Café esa noche para comprar las cartas. Laszlo es un renombrado líder de la resistencia checa que enfrenta a los nazis. La pareja necesita las cartas para dejar Casablanca y salir hacia los Estados Unidos, desde donde él podría continuar su labor. A la noche siguiente Laszlo, sospechando que Rick tiene las cartas, se entrevista con éste, pero Rick se niega a partir viajando con él, pidiéndole que le pregunte a su esposa el motivo. (Es decir, sólo dos personas pueden salir, pero en este punto hay tres personas que lo desean.) El diálogo se ve interrumpido cuando un grupo de oficiales nazis, bajo las órdenes del Mayor Stresser (Conrad Veidt), comienza a cantar «Die Wacht am Rhein» (El guardia sobre el río Rín), que era considerado un himno patriótico durante la Alemania nazi. Enfurecido, Laszlo solicita a la banda del local que interprete La Marsellesa, el himno nacional francés hasta antes de la ocupación del país. Cuando el maestro de la banda busca a Rick con la mirada, éste asiente con la cabeza. Laszlo comienza a cantar, solo al inicio, y enseguida el largamente reprimido fervor patriótico se adueña de la muchedumbre y todos se unen al canto, ahogando el de los alemanes. Como represalia, Strasser manda clausurar el club.
Rick sigue resentido con Ilsa, pero esa noche, ella lo confronta una vez que el Café ha quedado desierto. Cuando él se niega a darle los documentos, ella lo amenaza con una pistola, pero siendo incapaz de disparar, le confiesa que sigue amándolo y le explica que cuando lo encontró por primera vez y se enamoró de él en París, pensaba que su marido había sido asesinado en un campo de concentración nazi. Pero en cuanto descubrió que Laszlo en realidad había logrado escapar —continua ella explicando—, dejó a Rick sin explicación alguna y regresó a su marido. Le dice, además, que fingió haber abandonado la ciudad para prevenir que Rick no se fuera y lo capturasen los alemanes, porque así él no se quedaría a buscarla. Rick cambia de actitud al conocer el motivo por el cual ella se marchó de su lado y la induce a pensar que se quedará con él cuando Laszlo se vaya.
Laszlo llega al Café una vez que se ha ido Ilsa y le dice a Rick que se ha dado cuenta de que «algo» sucede entre ella y Rick. De hecho, intenta provocar que Ilsa y Rick tomen las cartas de libre tránsito, con tal de salvar la vida de ella. Como sea, la policía llega y Laszlo es arrestado bajo un cargo menor. Rick interviene y convence al capitán Renault de liberar a Laszlo, prometiéndole que lo podrá acusar ante la Gestapo por un delito mucho más serio: la posesión de las cartas. Cuando Renault le cuestiona sobre la razón por la que él está haciendo esto, Rick le explica que Ilsa y él partirán para los Estados Unidos.
Más tarde, Laszlo recibe las cartas de parte de Rick, mas cuando Renault trata de arrestarlo Rick traiciona a Renault, obligándolo a punta de pistola a permitir el escape. En el último momento, Rick conduce a Ilsa a que aborde el avión para Lisboa con su marido diciéndole que si ella se queda se arrepentirá. «Tal vez no hoy. Tal vez no mañana, pero pronto y para el resto de tus días.»
El Mayor Strasse llega en su vehículo, habiendo recibido el chivatazo por parte de Renault, pero Rick le dispara cuando trata de intervenir. Cuando la policía llega, el capitán Renault salva la vida de Rick al ordenar que «capturen a los sospechosos de siempre». Enseguida recomienda que Rick deje Casablanca, sugiriéndole incluso que se una a la Francia Libre en Brazzaville (República del Congo). Ellos se alejan caminando en medio de la neblina con una de las más memorables líneas finales en la historia del cine: «Louis, creo que este es el principio de una gran amistad».

Recepción

El filme fue exhibido por primera vez en el Teatro Hollywood de Nueva York el 26 de noviembre de 1942, para coincidir con la invasión de las tropas aliadas de la costa norte de África y la captura de la ciudad de Casablanca. El estreno general fue un poco más tarde, el 23 de enero de 1943, para aprovechar la Cumbre Anglo-americana, una conferencia de alto nivel entre Churchill y Roosevelt que se llevó a cabo en el Hotel Anfa, en la ciudad de Casablanca. La película obtuvo unos resultados económicos sustanciosos, si bien no espectaculares, recaudando 3,7 millones de dólares en su estreno inicial en los Estados Unidos de América La reacción general de la crítica fue positiva en general, con la revista Variety describiéndola como «espléndida propaganda anti Eje»; como más tarde diría Koch, «era un filme que las audiencias necesitaban... tenía valores... sacrificios dignos de hacer. Y lo mostró de un modo muy entretenido». Otras revistas fueron menos entusiastas: The New Yorker la evaluó sólo como «apenas tolerable». Por su parte, la Oficina de Información de Guerra de los Estados Unidos de América evitó su proyección a las tropas en África del Norte, porque creía que el filme podría causar resentimiento entre los partidarios de Vichy en la región.
La película ha mantenido su popularidad: Murray Burnet la ha considerado «cierta ayer, cierta hoy, cierta mañana». Para el año 1955 el filme había recaudado ya 6,8 millones de dólares, colocándola en el tercer puesto entre las películas de guerra más rentables de la Warner Bros. (sólo tras Shine On, Harvest Moon y This Is the Army). Pronto comenzó su trayectoria en la memoria de los cinéfilos: El 21 de abril de 1957 el Teatro Brattle de Cambridge, Estados Unidos, la exhibió como parte del repertorio del ciclo de películas viejas. Dicha inclusión fue tan popular que comenzó la tradición de exhibir Casablanca durante la semana de exámenes finales en la Universidad Harvard, tradición que ha continuado hasta nuestros días y que fue imitada en muchos otros institutos superiores de los Estados Unidos. Todd Gitlin, profesor de sociología, tras asistir personalmente a una de las exhibiciones, afirmó que fue «realizar mi muy personal rito de paso». La tradición ha ayudado a la película a mantenerse en la memoria popular mientras que el recuerdo de otras películas famosas de la misma década se ha ido desvaneciendo, de modo que para el año 1977 Casablanca era la película más frecuentemente retransmitida en la televisión estadounidense.
Sea como sea, hay evidencia anecdótica que apunta a que Casablanca ha hecho más mella entre los cinéfilos que entre los profesionales de la industria cinematográfica. Entre noviembre y diciembre de 1982 el escritor y periodista independiente Chuck Ross se hizo una pregunta: ¿podrían los agentes de Hollywood ser capaces de reconocer la cinta? o, al no lograrlo, ¿podrían al menos reconocerla como un guión genial? Con la finalidad de descubrirlo, Chuck Ross escribió el mismo guión de Casablanca pero usando el título de Todos vienen al Café de Rick (el título original de la obra de teatro) y cambiando el nombre del pianista de Sam a Dooley (Dooley Wilson había sido el actor que interpreta este personaje en el filme) y lo envió a 217 agencias haciéndolo pasar como el guión de un escritor desconocido, un tal Erik Demos. 97 agencias lo devolvieron sin haberlo leído, 7 nunca lo leyeron y 18 copias se habrían reportado como perdidas en el correo. De las 85 agencias que lo leyeron, 38 lo descalificaron, 33 lo reconocieron en términos generales (de las cuales 8 ni cuenta se dieron que era específicamente Casablanca), 3 lo declararon como económicamente viable y una sugirió enviarlo a otra agencia para su transformación en una novela.


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Premios y nominaciones

Premios Óscar

En los Oscar de 1943 (entregados el 2 de marzo de 1944), Casablanca ganó tres premios: Mejor guión adaptado, Mejor director y Mejor película, y fue nominada para otros cinco (que no ganó). Wallis, el productor, se resintió porque el presidente del Estudio, Jack Warner, recogió el premio en vez de él; éste desaire desencadenó la ruptura de las relaciones de Wallis con el estudio en abril del mismo año.
Mejor película: Warner Bros. (Hal B. Wallis, productor)-Ganador
Mejor director: Michael Curtiz- Ganador
Mejor guión adaptado: Julius J. Epstein, Philip G. Epstein y Howard Koch-Ganadores
Mejor actor: Humphrey Bogart-Candidato
Mejor actor de reparto: Claude Rains-Candidato
Mejor fotografía: Arthur Edeson (en blanco y negro)-Candidato
Mejor montaje: Owen Marks-Candidato
Mejor banda sonora: Max Steiner-Candidato

Otros reconocimientos

Otros reconocimientos que ha recibido la cinta son la inscripción en el National Film Registry, ranking que recoge las mejores películas de la historia, y la nominación por la alta calidad de su edición en DVD a los premios DVD Exclusive.
Casablanca está preservada en el archivo de la Biblioteca del Congreso.
* En 1989, Casablanca fue seleccionada por el National Film Registry para ser preservada en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por ser «cultural, histórica o estéticamente significativa».
* En 1997, el American Film Institute, tras interrogar a mil quinientos expertos de la cinematografía estadounidense, colocó a Casablanca en sus listas como la segunda mejor película estadounidense de todos los tiempos detrás tan sólo de Ciudadano Kane. Este estatus fue ratificado en la revisión que el Instituto hizo en 2007, cuando se colocó en tercer puesto.
* En 2003, fue nominada en los Premios DVD Exclusive.
DVDX Award: 60th Anniversary Special Edition-Candidato
* En 2005, fue calificada como uno de «los 100 más grandiosos filmes de los últimos 80 años» por el sitio web de la revista Time (los filmes seleccionados no están colocados en un orden específico).
* En 2006, la sección occidental del sindicato Writers Guild of America que agrupa guionistas de cine y televisión así como a empleados de la televisión y la radio, eligió el guión de Casablanca como el «mejor de todos los tiempos» en su lista de Los 101 mejores guiones.

Respuesta de los críticos

De acuerdo con Roger Ebert, es «probable que Casablanca se encuentre en más listas de “grandes filmes de todos los tiempos” que cualquier otro título, incluso Ciudadano Kane» porque su atractivo es muy amplio; mientras Ciudadano Kane es «grandiosa», Casablanca es adorable. Nunca se ha oído, continua diciendo Ebert, una reseña negativa sobre el filme, aún cuando algunos puntos específicos puedan ser criticados como, por ejemplo: los efectos especiales inverosímiles y la actuación acartonada del personaje de Laszlo. Rudy Behlmer hace énfasis en el gran cuadro que se dibuja: «se trata de una mezcla de drama, melodrama, comedia e intriga».
Ebert comenta que el filme es popular debido a que «la gente en ella es muy buena». Considerando que es un héroe de resistencia, Laszlo es notoriamente el más noble de todos y eso a pesar de que su personaje es tan cuadrado que puede llegar a ser difícil de creer. Los otros personajes no están, según Behlmer, «hechos de una vez para siempre»: su buen corazón se va revelando a lo largo de la trama. Renault es un caso ejemplar: en la historia comienza siendo un colaborador más de los nazis, extorsionando a los refugiados a cambio de favores sexuales y matando a Ugarte. Rick, según el mismo Behlmer, no es «ni un héroe... ni un villano»: hace lo mínimo indispensable para hacer su vida frente a las autoridades y «no se arriesga por nadie». Incluso hasta a Ilsa, la menos activa de los personajes principales, se le ve «atrapada en dificultades emocionales» al cuestionarse sobre a qué hombre ama realmente. Al final de la película, no obstante, «todo mundo se sacrifica».
Una nota discordante proviene de la pluma de Umberto Eco, al afirmar que «desde un punto de vista estrictamente crítico... Casablanca es una película muy mediocre». Eco objeta que los cambios en los personajes devienen inconsistentemente, más que como resultado de un proceso complejo: «es una tira cómica, un sancocho, carente de credibilidad psicológica y con escasa continuidad en cuanto a efectos dramáticos». De todas maneras, concluye, es esta inconsistencia lo que vale para que el filme sea tan aceptado pues permite incluir una larga serie de arquetipos: el amor desgraciado, el vuelo, el rito de paso, la espera, el deseo, el triunfo de la pureza, el siervo fiel, el triángulo amoroso, la bella y la bestia, la mujer enigmática, el aventurero ambiguo y el borracho redimido. Se centra principalmente en la idea de sacrificio: «el mito del sacrificio atraviesa toda la trama del filme». Éste era el tema que hacía eco ante una audiencia que vivía tiempos de guerra y a la que se le había tranquilizado con la idea de que el sacrificio que duele y el seguir continuando una lucha armada pueden ser gestos románticos que valdrían la pena en pos de un bien mayor.
El crítico estadounidense Jonathan Rosenbaum se refiere a Casablanca como una película «montada apresuradamente», y considera que es inferior a su spin-off de 1944, Tener y no tener. Por su parte, el crítico francés Georges Sadoul ni siquiera menciona esta película en su Dictionnaire des films, Seuil, 1965 (1ª edición).

Propuestas de claves de interpretación

Los críticos han analizado a Casablanca desde muchas perspectivas diversas. William Donelley describe cómo la relación entre Rick y Sam, y posteriormente entre Rick y el Capitán Renault, es «un caso típico de la homosexualidad reprimida que subyace en la mayoría de las historias de aventura estadounidenses».
Harvey Greenberg hace una lectura freudiana de la cinta según la cual las transgresiones que le impiden a Rick retornar a los Estados Unidos se deben a un complejo de Edipo, el cual sólo es resuelto cuando Rick comienza a identificarse con su padre en la figura de Laszlo y la causa que él representa.
A estas propuestas interpretativas Sidney Rosenzweig contesta diciendo que se trata de lecturas reductivas y que el aspecto más importante del filme es la ambigüedad, sobre todo en Rick; para esto cita los diferentes nombres que cada personaje le da a Rick (Richard, Ricky, Señor Rick, Herr Blaine y así por el estilo) como evidencia de los muchos significados que tiene para cada persona.

Incidencia en otras obras

Muchas obras artísticas posteriores han tomado prestados elementos de Casablanca; ha sido parodiada múltiples ocasiones y citada en infinidad de series cómicas y dramáticas. Entre estas influencias cabe mencionar:
* Pasaje para Marsella, la película reúne a Bogart, Rains, Curtiz, Greenstreet y Lorre en 1944.
* Hay muchas similitudes entre Casablanca y dos filmes posteriores en los que participa Bogart, Tener y no tener y Sirocco.
* Steven Soderbergh rinde homenaje a Casablanca con El buen alemán, un filme en blanco y negro que se ubica en el Berlín de la postguerra. La película finaliza con una escena entre dos viejos amantes (interpretados por George Clooney y Cate Blanchett) en un aeropuerto. El poster de la película es una imitación del de Casablanca.
* Entre las parodias, la primera fue la de los Hermanos Marx en Una noche en Casablanca (de 1946). También se cuenta la obra de Woody Allen, Sueños de un seductor (de 1972); la de Neil Simon, The Cheap Detective (de 1978); incluso la misma casa Warner Bros. produjo su parodia para los Looney Tunes, llamada Carrotblanca (de 1995) que se incluyó en una edición especial del DVD de Bugs Bunny; Barb Wire (de 1996), y Out Cold (de 2001).
* Un episodio de la serie de televisión estadounidense Moonlighting hace una parodia de la película con Curtis Armstrong como Rick.
* Las frases del guión también han influido en otras obras, por ejemplo, en el título de: The Usual Suspects (de 1995).
* En televisión, Casabalanca misma forma parte central del desarrollo de la película de ciencia ficción para televisión titulada Overdrawn at the Memory Bank (de 1983). Algo similar sucede en la película distópica Brazil (de 1985).
* En la serie de animación El Crítico (1994) de HBO, se intenta un final alternativo considerando que Ilsa hubiese saltado en paracaídas del avión.
* En la serie estadounidense House M.D. una conversación que mantiene House con una de sus pacientes que estaba enamorada de él, en el segundo capítulo de la tercera temporada, es prácticamente la misma que tuvieron Rick e Ilsa al final de la película.
* En Cuando Harry conoció a Sally, Billy Crystal y Meg Ryan conversan por teléfono mientras cada uno ve Casablanca en cama. Ambos hacen referencia a la última frase de la película como la mejor frase de todos los tiempos.



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Citas y frases famosas

Muchas de las líneas del guión de Casablanca han quedado grabadas en los cinéfilos de todo el mundo. Entre éstas podemos contar las siguientes.
* «Tócala otra vez, Sam» («Play it again, Sam», en inglés). Ésta es una de las frases más ampliamente asociadas con la película y, sin embargo, se trata en realidad de una cita errónea, la cual es en realidad el título original de la película Sueños de un seductor, de Woody Allen (en 1972). En Casablanca, estando Ilsa por primera vez en el Café, se da cuenta de que allí está Sam, el pianista, y le pide: «Tócala una vez, Sam, en recuerdo de los viejos tiempos» («Play it once, Sam, for old times' sake» en inglés). Entonces él finge ignorarla y ella le ordena «Tócala, Sam. Toca A medida que el tiempo pasa» («Play it, Sam. Play As Time Goes By », en inglés). Más tarde esa misma noche, al estar Rick y Sam solos, Rick le solicita que la vuelva a tocar: «Tú la tocaste para ella y la puedes tocar para mí» («You played it for her and you can play it for me», en inglés) y «si ella puede soportarla, ¡yo también puedo! Tócala!» («If she can stand it, I can! Play it!», en inglés).
* «Ésta va por ti, muñeca» («Here's looking at you, kid.», en inglés). Se trata de una frase que Rick le dice a Ilsa y no se encontraba en los guiones preliminares. Su aparición en la película ha sido atribuida a las lecciones de póquer que Bogart le daba a Bergman entre toma y toma. Fue elegida por expertos estadounidenses como la quinta frase más memorable en la historia del cine de aquel país en una encuesta realizada en el 2005 por el American Film Institute.
En total seis frases de esta película, según dicho Instituto, aparecen en sus listas como las líneas de cine más citadas en Estados Unidos, muchas más que cualquier otra película, por ejemplo más que Lo que el viento se llevó y El mago de Oz, las cuales cuentan con sólo tres frases cada una. Las otras citas que aparecen en las listas son:
* «Louis, creo que este es el principio de una gran amistad» («Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship», en inglés), con el puesto 20;
* «Capturen a los sospechosos de siempre» («Round up the usual suspects», en inglés), en el puesto 32;
* «Siempre nos quedará París» («We'll always have Paris», en inglés) en el lugar 43;
* «De todos los bares en todos los pueblos en todo el mundo, ella entra en el mío» («Of all the gin joints in all the towns in all the world, she walks into mine», en inglés) en el puesto 67.
Otra frase digna de mención sería la de Rick recordando el día que se conocieron en París:
* «Los alemanes iban de gris y tú ibas vestida de azul» («The Germans wore gray. You wore blue», en el original).

Intentos de censura y errores de doblaje

El personaje principal luchó en el lado republicano en la Guerra Civil Española pero en el primer doblaje de España esta referencia se suprimió debido a la dictadura de Francisco Franco, ya que el estreno fue en 1946. Igual pasa con la referencia al combate en Abisinia contra las tropas fascistas. En doblajes posteriores ya se hizo mención a la actividad de Rick con la II República y con Abisinia. A este respecto, existen tres diferentes doblajes de la película al español: el original, otro de 1966 y otro de 1983. El doblaje más conocido está lleno de errores de traducción y provoca, entre otras cosas, que se pierda la frase «Here's looking at you, kid», que como ya se mencionó sería considerada a la postre como una de las mejores de la historia del cine.



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Curiosidades

Secuelas y otras versiones

Desde el momento en que Casablanca fue un éxito se comenzó a hablar sobre producir una secuela. De hecho se planeó la producción de una llamada Brazzaville (por el nombre de la ciudad a la que el capitán Renault recomienda a Rick que huya en la escena final de Casablanca), pero ésta nunca se realizó. Después de este intento y desde entonces ningún estudio volvió jamás a considerar seriamente la filmación de una secuela o de una nueva versión. De hecho el director francés François Truffaut rechazó la invitación a crear una nueva versión en 1974, citando el estatus de culto que ya tenía la película entre los estudiantes estadounidenses como la razón principal de su negativa.
La novela A medida que el tiempo pasa (As Time Goes By, en inglés, usando el mismo título de la canción principal de Casablanca), escrita por Michael Walsh en 1998, fue autorizada por la Warner para usar dicho título. La obra arranca justo donde la película se detiene y hasta cuenta la historia del pasado misterioso de Rick en los Estados Unidos. Como sea, el libro no alcanzó la fama.
Ya antes David Thomson había redactado una secuela no autorizada en su novela Sospechosos (Suspects, en inglés) en 1985.
Existieron también dos series de televisión que se emitieron poco tiempo y que se basaban en Casablanca. Se trataba en realidad de precuelas. La primera fue transmitida por la ABC del año 1955 al 1956 e incluía entre su reparto a Charles McGraw como Rick y al mismo Marcel Dalio (que había interpretado a Emil en la película) pero ahora interpretando al capitán Renault. Esta serie formó parte de los episodios que se transmitieron en el espacio de la programación titulada Warner Bros. Presents, en 10 programas con una hora de duración cada uno.
La otra serie de televisión fue transmitida brevemente por la NBC en solo 5 episodios de una hora de duración en 1983 e incluía entre los protagonistas a David Soul como Rick, Ray Liotta como Sacha y Scatman Crothers en un papel similar al de Sam.
Se han grabado diversas adaptaciones de Casablanca para la radio. Dos de las más difundidas fueron: una, la adaptación de 30 minutos para el programa The Screen Guild Theater del 26 de abril de 1943, protagonizada por Bogart, Bergman y Henreid; la otra fue la versión de una hora para el Lux Radio Theater del 24 de enero de 1944, que tuvo a Alan Ladd como Rick, Hedy Lamarr como Ilsa y a John Loder como Laszlo.
Otras adaptaciones para radio han sido: la versión de Philip Morris Playhouse del 3 de septiembre de 1943 y una versión de igual duración para Theater of Romance del 19 de diciembre de 1944, con Dooley Wilson como Sam.
Julius Epstein intentó dos veces convertirla en un musical para Broadway en 1951 y 1967, pero finalmente nunca fue puesta en escena. En cambio, la obra original, Todos vienen al Café de Rick (Everybody Comes to Rick's, en inglés) sí fue producida en Newport (Estados Unidos) en agosto de 1946 y posteriormente llevada a Londres en abril de 1991. A pesar del esfuerzo, la obra no tuvo éxito.
La película fue colorizada para la televisión en los años 80, pero el resultado fue motivo de controversia. Inclusive, dicha versión estuvo a la venta, pero sólo por breve tiempo debido a la oposición que alcanzó entre los puristas. El hijo de Bogart, Stephen, señaló que «si ustedes van a colorizar Casablanca, ¿por qué no le ponen brazos a la Venus de Milo?»
El Rick's Cafe Americain era un cabaret imaginario, pero, en la actualidad, el Rick's Café de Casablanca, Marruecos, existe y está decorado como el de la película).

Errores

El filme tiene varios defectos lógicos, de los cuales el más notorio es acerca de las «cartas de tránsito» que permitirían a los portadores abandonar el territorio de la Francia de Vichy. No queda claro si Ugarte dice que las cartas han sido firmadas por el general del ejército francés de la Francia de Vichy Maxime Weygand o por el general Charles de Gaulle, líder de la Francia Libre. Parte de la confusión se origina por la diferencia entre lo que está escrito y lo que se dice. El audio claramente menciona: «De Gaulle» y los subtítulos en inglés del DVD oficial escriben: «De Gaulle». Pero la versión francesa escribe «Weygand». Weygand había sido el delegado general de Vichy para las colonias nord africanas hasta un mes antes de la fecha en que se produce el filme. En cambio, De Gaulle estaba en ese momento a la cabeza del gobierno de la Francia Libre y era el enemigo del régimen de Vichy que controlaba Marruecos. De hecho, una corte marcial condenó a De Gaulle el 2 de agosto de 1940 por traición in absentia y lo sentenció a purgar su pena en prisión. Estando así las relaciones entre los dos bandos enemigos, parece ilógico que una carta firmada por De Gaulle produjera algún beneficio. En un caso de auténtico MacGuffin, las cartas de libre tránsito fueron inventadas por Joan Allison para la obra de teatro original y por eso nunca se cuestionó sobre su viabilidad en la vida real. Es más, incluso en la cinta misma, Rick le sugiere a Renault que las cartas no permitirían la salida de Ilsa, dejando solo a Laszlo: «La gente ha sido retenida en Casablanca a pesar de sus derechos legales».
Asimismo, aunque Laszlo asevera que los nazis no pueden arrestarlo debido a que «esto es todavía una Francia no ocupada; cualquier violación a la neutralidad se proyectaría sobre el capitán Renault», Ebert señala que «no tiene sentido que él pueda andar caminando por allí libremente... Hubiera sido detenido en cuanto fuese visto». Ante esto, otros, como Harmetz, sugieren que en realidad a sabiendas Strasser le permite a Laszlo moverse libremente, con la intención de que suelte los nombres de los líderes de la Resistencia en la Europa ocupada a cambio de que a Ilsa se le permita salir para Lisboa.
Entre los errores se cuenta además una versión equivocada de la bandera del Marruecos francés. Renault afirma que estuvo «con ellos [los estadounidenses] cuando ‘metieron la pata’ en Berlín en 1918», pero la capital tedesca no fue tomada en la Primera Guerra Mundial, como tampoco ninguna tropa alemana uniformada puso un pie en Casablanca durante la Segunda Guerra Mundial.
Hubo también errores de continuidad inevitables. Por ejemplo, en la escena final, la casaca militar del mayor Strasser llega a ser vista con y sin charreteras, y cuando muere, cae al suelo agarrando todavía la bocina del teléfono, siendo que en la toma previa se muestra que el cable no era lo suficientemente largo. Otro error de este estilo sucede en la escena en la que Rick deja París a bordo del tren. Allí se aprecia con claridad que su abrigo se empapa por la lluvia abundante; pero en cuanto pone un pie sobre el tren súbitamente aparece seco. La actitud de Curtiz ante estos detalles fue simple: decía «lo hago ir tan rápido que nadie se da cuenta».

Rumores

Numerosos rumores e historias se han ido tejiendo en torno a la cinta.
Ronald Reagan estaba en servicio en la Fuerza aérea estadounidense cuando se filmó Casablanca.
* Se llegó a afirmar que el entonces actor Ronald Reagan había sido elegido originalmente para interpretar el papel de Rick. Este rumor nació temprano, durante una de las exhibiciones que el estudio otorgó a la prensa cuando el filme estaba aún en desarrollo, pero para ese momento el estudio ya sabía que Reagan estaba comprometido con la Fuerza aérea estadounidense y nunca fue tomado en cuenta.
* Otro de los rumores famosos sobre la película es aquel que afirma que los actores no supieron hasta el último día de filmación cómo terminaría la historia. De hecho, la obra original (que por cuestiones técnicas se desenvuelve por completo dentro del Café) terminaba con Rick enviando a Ilsa y a Víctor hacia el aeropuerto. Durante la adaptación del guión se discutió la opción de hacer morir a Laszlo en Casablanca, lo que hubiera permitido que Rick e Ilsa volaran juntos, pero —como Casey Robinson le escribiera a Hal Wallis previo el inicio de la filmación— el final de la historia «está hecho para que haya un giro oportuno en el momento en que Rick la envíe en el avión con Víctor. Entonces así, haciendo eso, no sólo está resolviendo el triángulo amoroso. Está forzando a la chica a estar a la altura del idealismo de su naturaleza, obligándola a cargar con el peso de un trabajo que en estos días es más importante que el amor entre dos personas insignificantes».
Hubiera sido ciertamente imposible presentar una Ilsa que dejara a Laszlo por Rick, pues el código estadounidense de producción cinematográfica de 1930 prohibía exhibir a una mujer dejando a su marido por otro hombre. La disputa como tal no era, pues, sobre si Ilsa se iría con Laszlo, sino sobre cómo esta solución podía ser resuelta en el guión. Así que es posible que el rumor se propagase a partir de una afirmación de Ingrid Bergman en la que dijo que ella no sabía de qué hombre tenía que enamorarse. Sin embargo, y puesto que el guión se reescribe a lo largo de todo el rodaje, la revisión de Aljean Harmetz concluye que muchas de las escenas clave habían sido ya filmadas cuando Bergman hizo el comentario, y que ya sabía cómo terminaría el filme: por lo tanto, la confusión fue, en todo caso, «emocional» y no «factual».


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Estrenos

* Estreno en Estados Unidos:
* Noviembre de 1942 en Nueva York.
* Enero de 1943 en Los Ángeles.
* Estreno en España: Madrid, 19 de diciembre de 1946.



A continuación dejo unos videos (cortesía de You Tube ♥)

French National Anthem





Escena final





Y eso es todo... por ahora.